martes, 12 de diciembre de 2017

Yağlı güreş: Músculos, Sol, Sudor y Aceite el Deporte Turco

El deporte nacional turco, que consiste en una lucha cuerpo a cuerpo entre hombres cubiertos de aceite. Y no es que los chicos ‘pierdan aceite’, aunque intuimos que habrá más de un gay entre sus filas, sino que estos son rociados con aceite de oliva con el fin de hacer más complicado el enfrentamiento con su oponente.





Se trata de un deporte tradicional entre los hombres, y que está considerado deporte nacional turco. Comúnmente conocida como lucha en aceite o lucha en grasa, se celebra en julio en Edirne, al noroeste de Turquía.





Y no, no se trata de un Pride o de un espectáculo para gays, pero imaginamos que a más de uno no le importaría asistir al evento: cuerpos musculosos, pantalones de cuero, tambores, sol, pieles oscuras y mucho aceite son los ingredientes de una de las tradiciones deportivas más antiguas del mundo.





El deporte de la lucha en aceite data del 2650 a.C. y tiene un origen egipicio y asirio, heredado del Imperio Otomano.





Los luchadores, conocidos como pehlivan, que significa ‘héroe’, usan una clase de pantalones de cuero cosidos a mano llamados kisbet, hechos de piel de búfalo o de cuero de becerro, que los hace resistentes y servirán de único agarre a los combatientes.





Los héroes intentan controlar a su rival pasando el brazo a través del kisbet, por lo que tienen que introducir sus manos dentro del pantalón del adversario, un movimiento llamado paça kazık, en el que buscarán algún agarre de su oponente que no se escurra entre sus manos.





Originalmente, los combates no tenían ninguna duración fija y podían prolongarse durante uno o dos días.





La lucha transcurre lenta: a menudo, ambos combatientes juegan a cansar al adversario manteniéndolo inmóvil bajo el peso de su propio cuerpo. O quizás simplemente aprovechan para descansar en una posición sin riesgo de ser lanzados a la hierba a su vez.





Estos interminables combates finalizaban cuando un hombre establecía su superioridad frente al otro, es decir, se nombraba el macho alfa: el héroe.




Entonces, el ganador se acerca al otro, junta su cabeza con la del vencido en señal de amistad y se aleja.






Pero en 1975 se fijó la duración en 40 minutos para el baspehlivan y 30 minutos para la categoría pehlivan. Si no se determina ningún ganador, se añaden otros 15 minutos de lucha.


  

Los agotadores combates bajo el sol de julio –y las largas esperas– invitan a muchos luchadores a descansar en la sombra. Y qué mejor manera de hacerlo que recostados sobre nuestros compañeros: la siesta, mejor en compañía.



Estas peleas de aceite, que a algunos les parecerán la mismísima ‘pasión turca’, se llevan a cabo en el torneo anual de Kirkpinar, en Edirne –la Tracia turca– durante el mes de julio. Una tradición que se remonta al año 1362. Es decir, la competición más antigua del mundo que nunca se ha interrumpido, ¡y alguno de nosotros sin conocerla!



Bajo el sol abrasador de julio, los luchadores de Yağlı güreş no paran de pasarse la mano por los ojos para evitar cegarse con la mezcla de aceite y sudor que corre por su piel.



Durante los últimos años, este estilo de la lucha también ha llegado a ser popular en otros países Holada y Japón.



Fuente: Shangay.com



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