miércoles, 10 de enero de 2018

Cómo sobrevivir a tu trabajo con tu ex como compañero

Por más que nos propongamos estar fuera de los amores dentro de la oficina, la realidad es que llegamos a pasar gran parte de nuestro día en ese lugar, y la convivencia hace que todo explote más rápido cuando todo es miel sobre hojuelas, y luego, cuando se termina la relación.

De repente todas aquellas ventajas de estar en el mismo horario, conocer a la misma gente de la oficina, comer juntos, y otras actividades, se vuelven en tu contra: lo estás viendo diario, trabajas estando a un lado de él, prácticamente, haces todo con él.

Pero descuida, no eres ni la primera ni la última persona que ha estado ante esta situación, y aunque al principio parezca muy complicado, poco a poco las cosas irán regresando a su normalidad.

Para eso, aquí te dejo una guía paso a paso para sobrevivir a trabajar en la misma oficina que tu ex:

1. Establezcan reglas
No importa qué tan mal hayan terminado o lo lastimados que estén, es importante que hablen y se pongan de acuerdo sobre ciertas reglas. Dile lo que esperas de él en términos de convivencia diaria y escucha lo que él pueda pedirte.

Establezcan límites de manera adulta y razonable, hay que recordar que debe ser tu lado profesional el que hable, como si estuvieras negociando un aumento, no tu lado emocional que acaba de sufrir una ruptura. Busquen una rutina que les acomode a ambos para no afectar su desempeño profesional.

2. No hables mal
Jamás comentes detalles de tu relación, ni buenos ni malos, nunca sabes lo que puede ser usado en tu contra. Aunque tengas muchas ganas de decirlo a alguien, ya sea tu mejor amiga de la oficina, no lo comentes, si tienes que hablar con alguien sobre lo que pasó busca a alguien fuera de su círculo laboral. Evita generar rumores a toda costa.

3. Que todo sea profesional
Si estás en el proceso de recuperación y cerrando el círculo con esa persona, nada tienes que hacer pregutándole qué quiere desayunar o comer a menos que seas la encargada de llevarle su comida a toda la oficina.

Para hacerlo más fácil, si no es algo de trabajo, ignóralo, por lo menos hasta que te sientas mejor contigo mismo y puedan volver a tener una relación de tipo amistosa.

4. Aléjate
Marca una línea entre ustedes a tu conveniencia. Si puedes cambiarte al otro lado de la oficina cámbiate, si necesitas tomar unas vacaciones, tómalas. No importa si la gente piensa que eres inmaduro por salir corriendo después de una ruptura, te verás peor si se te llegan a asomar unas lágrimas a media oficina porque él se ve elegante y guapo ese día o porque lo escuchaste hablando por teléfono con otro.

No se trata de cambios radicales, sólo de tomar las decisiones que más te convengan según lo que sientes en el momento en que lo sientes. La convivencia diaria puede ser una pesadilla, así que sincérate sobre lo que necesitas y búscalo.

5. Sé honesto contigo mismo
Este es el paso más importante. Antes de enfrentarte a la situación de convivir diariamente con él, analiza cómo te sientes, qué es lo que estás sintiendo, qué esperas, qué te duele, y conforme pasen los días reflexiona qué momentos duelen más o que situaciones te lastiman o te hacen sentir raro o hasta incómodo.

Lo más importante para poder estar bien después de una separación es ser honestos con nosotros mismos y no exponernos a situaciones dramáticas poco necesarias. Es más maduro pedir ayuda o alejarnos, que terminar llorando como magdalenas en la oficina del jefe.

En este momento tienes que hacer lo que necesites para estar mejor tú y solamente tú, y eso implica que tu "Yo" profesional deba encontrar la manera de seguir siendo funcional. Haz lo que tengas que hacer para lograrlo, aunque algunas medidas te parezcan drásticas al principio, cuando te veas a ti mismo nuevamente en el espejo, toda tu oficina será capaz de verte.

Y descuida, todo eventualmente regresará a la normalidad, dale tiempo al tiempo y sigue estos pasos.

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