Un consuelo: también en las parejas heteros las infidelidades están a la orden del día: Según un estudio realizado por el Instituto Sexológico de Hamburgo (Alemania), más de la mitad de los matrimonios y casi un 70% de las relaciones estables se rompen debido a que uno de los dos ha sido infiel. Los resultados también demuestran que aproximadamente el 75% de los hombres son infieles, frente al 50 por ciento de las mujeres.
Quien conoce la escena del dating sabrá la cantidad de anuncios que hay donde se puede leer: "tengo pareja". A veces ir en busca de nuevas aventuras es un acuerdo entre ambos, pero muchas veces es solamente uno de los dos quien impone esta nueva regla del juego, mientras que el otro sufre y se lamenta de ello. Así que si vas a tener una relación de este tipo con tu pareja, lo mejor es hablarlo abiertamente y que ambos estén de acuerdo.
La presunta relación monógama
En muchas ocasiones ocurre que en vez de haber una relación abierta, lo que hay es una infidelidad a escondidas, y los motivos son muy variados: justamente muchos chicos gays piensan que cuanto más gastados estén los muelles de la cama, más masculino se es. Otros buscan fugarse momentáneamente de una relación ya algo aburrida, o sencillamente para alimentar su propio ego. "La fidelidad está en la cabeza" dicen muchos para no hacer daño a su pareja. Por una única infidelidad, a veces, no vale la pena acabar con una relación estable, aunque si las infidelidades son repetitivas, eso sí que podría acabar con la relación.
La relación monógama
La monogamia es algo poco habitual entre homosexuales, pero según una encuesta realizada, tener una relación a largo plazo sin ninguna aventura fuera de ella es una meta importante. Más del 45 por ciento de chicos con edades entre 16 y 29 años contestaron que serían fieles si encontrasen al chico de sus sueños, pero a medida que crecen los años esta afirmación disminuye: sólo un 30,3 por ciento de chicos con edades entre 30 y 39 opinan que una relación sin infidelidades vale la pena, aunque tampoco la rechazan. Al final, ser fiel o no en una relación depende de uno mismo.
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